Muros al norte, escondida al pie del monte Louro, Noia al este y Porto do Son al sur delimitan esta hermosa y tranquila ría. Los orígenes de Muros e Noia se remontan a la Edad Media. Ambas conservan un casco histórico que habla de un pasado señorial ligado al mar y a la piedra: casas blasonadas, rúas porticadas, iglesias y plazuelas.

Decía el escritor gallego Otero Pedrayo que Noia era "a pequena Compostela".

Porto do Son, un pueblo marinero que mantiene aún todo su sabor, es una de las citas imprescindibles del verano en Galicia. Al lado, Portosín, con un moderno puerto deportivo y sus concurridas regatas.

La ría ofrece además innumerables playas, la mayoría de arena blanquísima como las de Ancoradoiro, San Francisco, Aguieira, As Furnas o Basoñas.

Hay también muchos restos arqueólogicos y castros, como el fabuloso Castro de Baroña, al borde del mar y de una maravillosa playa.

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