Recorre en catamarán los impresionantes Cañones del Sil y del Miño, adéntrate en otro mundo. Parajes imponentes con hermosos monasterios que durante siglos, alejados del mundanal ruido y al amparo del clima benigno de estas tierras, dedicaron su tiempo y su sabiduría a honrar a Dios y a los hombres estudiando los secretos de la vid.

Hablamos de dioses, de hombres, de vinos... Hablamos del encuentro de las orillas del Sil y del Miño, de cañones de 500 m de profundidad, de diminutos viñedos en escarpadas laderas que requieren un esfuerzo heroico. Algo único que sólo puedes ver aquí.

Es esta la Ribeira Sacra, la cuna del legendario “Amandi”, un vino tan apreciado por los romanos que lo consideraban el verdadero “oro del Sil”. Un vino que siglos más tarde los monjes benedictinos elaborarían en exclusiva para las bodegas de los más refinados papas.

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