Cuenta Julio Verne que el secreto mejor guardado del Capitán Nemo está en Vigo. ¿Sabías que aquí venía el submarino Nautilus a aprovisionarse de oro? En la ría de Vigo hay docenas de galeones hundidos cargados con el oro de las Américas. Tesoros que aun no han salido a la luz.

Pero también hay tesoros al alcance de todos. Como pasear por el Casco Vello y tomar unas ostras en A Pedra. O un día de playa en Samil. O el Parque de Castrelos, con su pazo y sus jardines. O una excursión en barco al paraíso de las islas Cíes. O pasear por calles repletas de elegantes camelias.

O subir al Castro para ver una impresionante puesta de sol. Y para los que se sienten jóvenes, la legendaria noche viguesa... Abierta hasta el amanecer. Esto es Vigo, la mayor ciudad de Galicia. Una ciudad moderna y emprendedora, abierta al mundo. La ciudad de Vigo es conocida como la Ciudad Olívica. Esto hace referencia a que en el atrio de la iglesia de la Colegiata de Santa María existía desde muy antiguo un gran olivo, que fue plantado por los Caballeros Templarios cuando regían esta feligresía. Aunque el olivo con el tiempo fue derribado, actualmente existe otro que lo rememora - y que se dice desciende del mismo árbol - en el Paseo de Alfonso XII. El olivo forma parte del escudo de la ciudad.

Destacado

El visitante de Vigo tiene una oportunidad única de encuentro con la naturaleza virgen: acercarse a las Islas Cíes. Son tres islas situadas en la entrada de la Ría de Vigo y forman parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Cuentan con un camping y con transporte regular en temporada alta que traslada a los turistas al archipiélago, con varios viajes a lo largo del día, aunque debemos tener presente que hay una limitación de visitantes por día, para reservar con tiempo la travesía. Lugar ideal para disfrutar de un ambiente natural en playas paradisíacas. Gran riqueza paisajística, de fauna (en especial aves marinas) y flora.

Ruta recomendada

Recorrido por los diferentes períodos históricos de Vigo, partiendo de los vestigios más antiguos y encaminándonos progresivamente hacia las fases constructivas más recientes, con un especial vistazo al Vigo de fines del s. XIX y comienzos del XX, época en la que la pujante burguesía industrial y comercial erigió el ensanche, con edificios muy representativos.

Saliendo del Monte Castro...

Así, partimos del Monte do Castro, en el que nos vamos a acercar a las raíces de Vigo, al albergar vestigios y homenajes a personas importantes o acontecimientos que explican el alma viguesa. En este punto de la ciudad podremos contemplar los restos de un poblado castreño (s. III la. C. – II d. C.), lo que queda de las fortificaciones del s. XVII o los monumentos al apreciado trovador medieval Martín Códax y a las anclas, que rememora la Batalla de Rande. Esta colina es un fantástico mirador sobre la ciudad, la ría y las islas Cíes desde el que sacar las mejores fotos de nuestra visita, especialmente hermosas al atardecer, en el que la ría nos agasaja con un manto de reflejos dorados.

En O Berbés...

Desde el Monte do Castro salimos hacia la Praza do Rei donde se halla la Casa Consistorial, y nos dirigimos al Paseo de Alfonso XII, buena atalaya sobre la ría y el puerto, buscando el símbolo de la ciudad: el olivo. Continuamos por la calle Poboadores y Anguía hacia O Berbés, antiguo barrio de pescadores que conserva algunas de las construcciones típicamente pescadoras con arcadas y soportales. En sus cercanías está la Lonja de pescado. Asistir a la subasta del pescado tras su desembarco es un gran espectáculo, aunque hay que tener voluntad de hacerlo, pues se desarrolla entre las cuatro y cinco de la madrugada. El paseo por esta zona o el movimiento de pescado son estampas que no debería perderse el visitante con ganas de participar de la vida cotidiana viguesa y de la visión de una de las actividades que mejor define a la ciudad, su vinculación con la pesca.

Hasta el mercado de A Pedra...

Desde aquí podemos seguir la calle Teófilo Llorente que nos lleva a la Praza da Pedra, con su singular mercado y la típica estampa de las ostreiras ofreciendo estos ricos moluscos a los viandantes. Tomamos luego la calle Oliva hasta la Colegiata de Santa María, Concatedral de Vigo, templo neoclásico que alberga la imagen del Cristo de la Victoria, muy venerado en la ciudad. Continuamos hacia la Praza de Almeida, donde se yerguen la Casa Ceta (s. XV) y la Casa Pazos Figueroa, renacentista del s. XVI, sede del Instituto Camões, un rincón muy acogedor en el que podemos encontrar las construcciones más singulares de la ciudad y que nos ofrece una hermosa estampa del Vigo medieval.

Por el centro...

La siguiente parada de nuestra ruta es en la Porta do Sol, donde encontramos un hito del Vigo contemporáneo, la escultura "O Sireno" de Francisco Leiro, y buenos ejemplos de arquitectura modernista, como el Edificio Simeón (1911). Desde aquí entramos en el ensanche, de fines del siglo XIX y comienzos del XX, por la calle Policarpo Sanz, que cuenta con muy buenos ejemplos de arquitecturas de la época, como el antiguo Hotel Moderno (1897) o el Teatro García Barbón, obra de 1913 de Antonio Palacios, con los que se refleja el poderío económico de la clase burguesa industrial y mercantil que los erigió. Estamos en una zona de las que cuentan con mayor vida urbana, buena zona de restaurantes y terrazas, sobre todo si tomamos la confluencia con la calle Colón y nos encaminamos hacia la Alameda, buen lugar para tomar un descanso y admirar sus árboles centenarios, fuentes, esculturas y jardines. Muy cerca está el paseo das Avenidas, que nos pone en contacto con otro de los puntos más característicos de Vigo, el Puerto Deportivo y el Club Náutico, edificio racionalista de 1944.

De la calle Areal a la Gran Vía...

Continuamos nuestro paseo por la calle Areal, de mucha animación nocturna, en la que podremos contemplar el singular Edificio Bonín (1910). En la confluencia con Serafín Avendaño volvemos hacia García Barbón y desde esta calle llegamos a la céntrica estación de ferrocarril, que nos pone en contacto con una de las principales calles de la ciudad, la Gran Vía, bulliciosa, comercial y muy transitada. En ella aparecen tres conjuntos escultóricos que hace falta visitar por su significación artística y porque funcionan también como iconos vigueses: son el Monumento ao Traballo de Ramón Conde, la Fonte dos Cabalos (Praza de España) de Juan Oliveira y la Porta do Atlántico (Praza de América), de Silverio Rivas.

En el Parque de Castrelos...

Una vez en la Praza de América, punto de confluencia de un buen número de grandes avenidas del Vigo más actual, nos dirigimos por la de Castrelos al parque homónimo, que ocupa una extensión de 24 ha. Posee un gran auditorio al aire libre y en él está situado el Pazo de Lavandeira (s. XVII), también conocido como Quiñones de León, sede del Museo Municipal, y la joya románica de la iglesia de Santa María de Castrelos (s. XII). Su visita es muy recomendable por ser el principal pulmón verde de la ciudad y un lugar excepcional para el paseo y el disfrute de los sentidos. Tras la visita tomamos el camino de regreso, volviendo sobre nuestros pasos a la Praza de América y siguiendo después por las calles de A Coruña y Beiramar para llegar de nuevo a la zona de O Berbés, donde finalizamos.

Dónde comer

El mar es también el gran protagonista de la mesa de Vigo. La gastronomía es esencialmente marinera, apareciendo como platos destacados todo tipo de pescados y mariscos de sabor incomparable. No es una materia prima en la que se hagan elaboraciones complejas, sino que son cocinados se forma sencilla, con pocos condimentos para apreciar su sabor y su calidad. En los vinos destacan los Albariños, en especial los de O Condado.

Entre las mejores áreas para comer o picar algo se encuentran por una parte el Casco Viejo, desde la Praza da Constitución al Puerto. En este espacio es una experiencia única acercarse a la Rúa da Pescadería (A Pedra), donde las ostreiras ofrecen estos moluscos y otros mariscos para degustarlos in situ. En As Travesas hay una buena concentración de establecimientos alrededor de la Praza da Independencia. En Bouzas el mejor lugar es a las afueras de la Plaza de Abastos. Por su parte, en el Calvario son buenos lugares las calles adyacentes a Urzáiz. En Teis la referencia es la Rúa Sanjurjo Badía, sobre todo a partir del mercado de O Toural.

No perderse

  • FIESTA DE LA RECONQUISTA
    En la Praza da Constitución (Casco Viejo) se celebra el 28 de marzo la rememoración de la lucha de los vigueses contra las tropas francesas en 1809.
  • FIESTA DE LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA
    El segundo domingo de mayo se hace una teatralización simbólica de la llegada de la primavera en la Praza da Constitución.
  • FIESTA DEL SANTÍSIMO CRISTO AFLIGIDOS DE BOUZAS
    Fiesta de interés turístico que se celebra en el barrio vigués de Bouzas el tercer domingo del mes de julio. Data del año 1605. Entre los variados actos destaca la Procesión del Cristo, la Regata de Faluchos (embarcaciones tradicionales) y un Festival Pirotécnico.
  • FIESTAS DEL CRISTO DE LA VICTORIA
    La concurridísima procesión que saca al patrón de la ciudad el primer domingo de agosto por las calles para agradecer la victoria sobre los franceses a comienzos del s. XIX da inicio a la "Semana Grande de Vigo".

 

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