Esta ruta a orillas del río Landro y de la ría de Viveiro comienza muy cerca del convento de Valdeflores. Cuenta con una iglesia gótica del siglo XV, momento en el que se fundó el convento, aunque el edificio del monasterio es de finales del siglo XVII. Regido en su momento por monjas dominicas, está declarado Monumento Nacional, por lo que es recomendable desviarse un poco para poder contemplarlo aunque sólo sea por fuera, ya que en la actualidad permanece cerrado. 

A partir de aquí caminamos casi todo el tiempo sobre una pasarela de madera que nos llevará por la Panela, área de reserva de aves, o por el pozo de Piago del que, según cuenta la leyenda, podemos ver emerger la cola de veinte metros del dragón que custodia la campana de la iglesia de Santa María do Campo, llevada allí por los fuertes vientos de una noche de tormenta y que permanece desde entonces en sus profundidades. 

Pasaremos después por un embarcadero para finalizar en el área recreativa de Portochao, atravesando así toda una zona declarada de Especial Protección de los Valores Naturales y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).