Estamos ante una sencilla casa de labranza de 1830, enriquecida con algunos elementos ornamentales en busca de un aire de distinción. Esta casa refuerza su carácter indiano por la decoración de su fachada principal enriquecida con molduras sobre las ventanas y con una cornisa a modo de enmarque, así como por la presencia del característico balcón presidencial, que originalmente estaba cerrado con una galería. En su jardín podemos observar la presencia de la distintiva palmera.
Forma parte de la Ruta de los Indianos por las parroquias.