Nos apartamos ahora un poco de la corriente del río que nos guía. Llegados al ayuntamiento de Esgos, encontraremos las primeras huellas del cristianismo en Galicia en el convento de San Pedro de Rocas. Si os animáis, recorred a pie el Camino Real que va desde el pueblo hasta el templo y que transcurre por senderos con vegetación autóctona que hace años comunicaban las aldeas de la zona. El trayecto nos va preparando para el halo espiritual que envuelve a San Pedro, un lugar escogido hace muchos siglos por los anacoretas para la jubilación, la oración y la penitencia. Este templo, excavado en roca viva, alberga en su interior un gran tesoro que aguarda a que lo descubráis: el llamado Mapamundi de los Beatos, único en Europa. En él se muestra la dispersión de los apóstoles de Cristo a lo largo del mundo en su prédica del cristianismo. Al entrar en la iglesia, la sensación es muy similar a la de estar en una cueva primitiva. El silencio sepulcral y la penumbra invaden la estancia. Rodeando el templo, podréis descubrir sepulturas antropomorfas, a las que la piedra, la lluvia acumulada y los líquenes les dan un barniz mágico. Cerca de estas tumbas, buscad la milagrosa fuente de San Bieito, de la que dicen emana agua capaz de curar las verrugas y de suavizar las arrugas.