El espíritu de Antela
A Limia tiene un paisaje único en Galicia, con amplios campos de cultivo en una zona llana, parcialmente inundable y flanqueada por montañas de perfiles redondeados.
Su pasado estuvo marcado por la desaparecida laguna de Antela. Este humedal, que en algunas invernías llegaba a los 7 km de largo por 6 de ancho, fue drenado como parte de las agresivas políticas agrarias de principios de los años 60. Junto con la laguna desaparecieron de la zona no pocas especies de aves, muchas de ellas acuáticas, que a día de hoy están amenazadas. Actualmente, las explotaciones de áridos que se encuentran en los municipios de Xinzo de Limia, Sandiás y Vilar de Santos ofrecen una oportunidad para algunas de estas aves que pueden regresar a estos espacios que tradicionalmente ocupaban.
Existen también masas arboladas, principalmente saucedas en las orillas de los canales, ríos, arroyos y en las areneras naturalizadas, así como robledales en los bordes de la llanura de cultivo. Las pequeñas zonas agropastorales de las aldeas están a menudo bien conservadas y acogen en su seno multitud de especies de aves. Buena parte de estas zonas están hoy en día protegidas bajo la figura de ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).