De Santiago de Compostela a Cambados, paseamos por los jardines más sorprendentes de sus pazos. Conocemos las diferentes especies que cobijan y todas las curiosidades que esconden estos mágicos espacios.

Como "flor de invierno" o "flor de Galicia", así se conoce aquí la Camelia.
La camelia, una especie originaria de China y Japón, hace 300 años halló excelente acomodo en los aristocráticos jardines de los pazos gallegos. Nuestra propuesta os lleva de paseo por estos espectaculares escenarios, donde la camelia viste la piedra y juntas conforman ambientes llenos de encanto.

Más información...
- Hostal dos Reis Católicos. Teléfono 981 582 200
- Pazo de San Lourenzo. www.pazodesanlorenzo.com
- Pazo de Santa Cruz de Ribadulla. Teléfono 981 512 011
- Pazo de Oca. Teléfono 986 587 435
- Pazo de Rubiáns. www.pazoderubianes.com 
- Finca de A Saleta. Teléfono: 986 872 323
- Parador del Pazo de Bazán. Tel_ 986 542 250
- Bodegas del Palacio de Fefiñanes. www.fefinanes.com

 

Día 1º

El Hostal dos Reis Católicos fue un hospital de peregrinos

Esta propuesta parte de Santiago de Compostela, a donde os aconsejamos llegar por la tarde para disfrutar de un paseo relajado por su monumental casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985. La ciudad posee una amplia oferta de alojamiento. Pero su emblema es el Hostal dos Reis Católicos, antiguo hospital de peregrinos y Parador desde 1954.

La situación privilegiada del Hostal, en la Praza do Obradoiro, al lado de la catedral, provoca la admiración de los visitantes. Ante su puerta, de fina ornamentación plateresca, podemos identificar a los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, encerrados en ambos medallones; las figuras desnudas de Adán y Eva; y los doce apóstoles alineados en el friso. Y, por encima de éstos, la Virgen María, Jesús, San Juan Evangelista y el Apóstol Santiago con vieira y bastón de caminante. Al mirar más arriba destaca la cornisa, decorada con gárgolas grotescas y obscenas.

El interior del edificio se puede visitar sin necesidad de ser huésped, con la compañía de un guía turístico. De esta manera podemos recorrer sus cuatro patios interiores y una bella capilla ojival, declarada Monumento Histórico Artístico en 1912. 

De la catedral a las tapas del Franco y A Raíña

La catedral os impresionará por la gran cantidad de tesoros artísticos que alberga, como el Pórtico da Gloria, obra cumbre del Románico. El resto de la tarde os aconsejamos que os perdáis por las calles empedradas del casco antiguo, mezclándoos entre la masa de peregrinos, universitarios, visitantes y compostelanos, que marcan el carácter tan genuino de esta ciudad. Hallaréis abundantes monumentos e iglesias que se pueden visitar, además de numerosos museos y salas de exposiciones.

Y a la hora de tomar algo o cenar hay establecimientos de todos los ambientes que satisfacen los gustos más variados: restaurantes, marisquerías, locales de tapas, vinotecas, jamonerías, mesones y parrilladas, bares o tabernas. Una costumbre muy compostelana es ir de tapas o raciones, en especial recorriendo las pintorescas Rúa do Franco y A Raíña.

Día 2º

La Alameda de Santiago y los jardines de los pazos próximos a la ciudad

La Alameda posee un enorme valor botánico

El verde ha caracterizado desde siempre el paisaje de Santiago. También en el casco antiguo, donde sus jardines históricos son lugares emblemáticos y muy transitados. El preferido para los paseos y el recreo de los compostelanos es la Alameda, que podemos visitar tras el desayuno.

"Chove en Santiago
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entrebecida ô sol
."
"Llueve en Santiago
mi dulce amor.
Camelia blanca del aire
brilla entenebrecida al sol”
.
 Federico García Lorca

Se divide en cuatro zonas: Campo da Estrela, Paseo da Ferrradura, Paseo da Alameda y Carballeira de Santa Susana. Sus parterres, bancos, estatuas, esculturas, fuentes, estanques, quiosco de la música, palomar e iglesias ayudan a recrear ambientes decimonónicos, modernistas y actuales. Además, destaca su valor como jardín botánico, por su gran variedad de especies vegetales, muchas de ellas exóticas.

Camelias japónicas, más de un siglo mirando hacia la catedral

Los tilos plateados del Campo da Estrela nos dan la bienvenida cuando accedemos por Porta Faxeira. Caminando bajo la bóveda arbolada del Paseo da Ferradura encontraremos algunos de los 66 ejemplares de camelia japónica que llevan más de un siglo contemplando una de las imágenes más bellas de la ciudad sobre su catedral y la zona monumental.
Lo mismo le ocurre al gigante Eucaliptus globulus que dobla la esquina. No dejéis de pasar un ratito sentados en el banco de madera que lo rodea, respirando su aroma fresco y descongestionante, al mismo tiempo que se admira la fachada del Obradoiro de la catedral.

El robledal de Santa Susana posee ejemplares de más de trescientos años.

Después veréis la “Perona”, un espécimen de Abies nordmanniana que se plantó en 1947 para conmemorar la visita de Eva Perón a la ciudad. Y, en ascenso, rodeando el monte de Santa Susana, su imponente robledal, con ejemplares de más de trescientos años.

El Pazo de San Lourenzo conserva ejemplares de camelia del siglo XIX

Desde la Alameda alcanzamos rápidamente otro robledal centenario, la Carballeira de San Lourenzo, cruzando la Avenida das Burgas. Si prestáis atención no será difícil ver asomar una ardilla de entre algún tronco hueco.

Un gran seto de boj tallado, de hace cuatro siglos, es una de las piezas más relevantes de la jardinería geométrica española

Detrás de esta robleda se levantan los jardines y el bosque del Pazo de San Lourenzo, protegidos por una alta muralla de piedra. Su visita se puede organizar de manera particular. Es una gran oportunidad para contemplar más de cien especies vegetales, donde también destacan las camelias, cuyos ejemplares más antiguos pertenecen al siglo XIX. Pero es en el jardín claustral donde se esconde la joya del pazo, un gran seto de boj tallado que constituye una de las piezas más relevantes de la jardinería geométrica española, tanto por su tamaño como por sus cuatro siglos de vida.

Paseando entre jardines se habrá ido la mañana. Os aconsejamos regresar al casco antiguo siguiendo las calles de San Lourenzo, Poza de Bar y Hortas. Esta última es una larga subida empedrada hacia la Praza do Obradoiro. En su entorno existen locales de menús con precios asequibles y otros que representan la vanguardia culinaria de la cocina gallega.

En Vedra visitamos la que fue residencia temporal de Jovellanos

Por la tarde podemos continuar paseando entre jardines. Existen excelsos ejemplos cerca de la ciudad de Santiago, siguiendo la N-525 en dirección Ourense. A la altura del vecino municipio de Vedra encontramos un desvío al Pazo de Ortigueira, conocido también como Pazo de Santa Cruz de Ribadulla, que fue residencia temporal del político y escritor Jovellanos.

Sus jardines, abiertos a las visitas, están considerados por muchos expertos como el espacio botánico ornamental más fascinante de Galicia. En ellos las múltiples variedades de camelia japónica se juntan formando hermosos paseos, como el llamado Carrera de las Novias. Hay ejemplares gigantes no sólo de camelios, que aquí se cultivan para la venta, sino también de magnolios.

Durante el recorrido existen multitud de espacios para dejarse perder, pero no os marchéis sin ver la fuente barroca de la Coca o la Cascada. Y, por supuesto, la Carreira das Oliveiras, un largo paseo de olivos centenarios, cuyas raíces gruesas y nudosas se descubren de la tierra, capaces de transportarnos con la imaginación a los paisajes de un libro de Tolkien.

El Pazo de Oca, considerado el “Versalles gallego”

Tras la visita nos reincorporamos a la N-525, siguiendo en dirección a Ourense. Vamos camino del Pazo de Oca, que muchos llaman el “Versalles gallego”, precisamente por la belleza de sus jardines, que se pueden visitar. Encontraremos el desvío a la derecha señalizado en la carretera, ya en el ayuntamiento de A Estrada.

Tras un pequeño recorrido desembocamos en su gran plaza exterior, presidida por la fachada principal del pazo, del siglo XVIII, que remata en una torre medieval. Al fondo, en ángulo recto con el pazo, hay una capilla barroca comunicada con éste por un bonito corredor de arcos.

En uno de los jardines del pazo hay un laberinto de boj inspirado en un dibujo del pavimento de la catedral de Canterbury.

Sus jardines, rodeados por una alta muralla de piedra, también son históricos y recrean varios ambientes. En el jardín francés es digno de admirar un gran laberinto de boj inspirado en un dibujo del pavimento de la catedral de Canterbury. En el más paisajista caminamos por sendas con un halo de magia y misterio. Y en el hortícola nos animan los cultivos de flores y emparrados. Éste lo cruza en diagonal el elemento más admirado del conjunto, su gran estanque.

Un estanque con puente, embarcadero y molino

A mitad de recorrido, un puente de arcos atraviesa el estanque. Bajo el mismo se refugia un embarcadero y un molino, que todavía funciona. Una de las mitades del estanque que divide el puente representa la paz en la figura de un pescador de piedra. La otra simboliza la maldad y la guerra, con cañones y pétreas fieras. Partiendo del centro del estanque y en perpendicular surge una gran avenida de tilos, donde, si dejamos volar la imaginación, es fácil evocar escenas de trepidantes carreras de caballos entre los nobles.

Un camelio de doce metros y una secuoya gigante

Estos jardines poseen un importante valor botánico. Destaca un espécimen de Camellia reticulataCaptain Rawes” de doce metros de alto y una Criptomeria japónica centenaria, que figuran en el Catálogo de Árboles Monumentales de Galicia, además de una secuoya gigante. Y una larguísima hilera de camelias “Mont Blanc” cruza la práctica totalidad del ala oeste del jardín, tiñéndola de blanco en su época de floración.

Os recomendamos que os toméis vuestro tiempo en el paseo por este señorío de naturaleza, agua y piedra, pues numerosos elementos captarán vuestra atención. Es el caso de la llamativa Fuente de la Mona o la Fuente de la Trucha.

En Vedra es típica la oreja de cerdo y los vinos y aguardientes del Ulla

Finalizada la visita, estará próxima la hora de la cena. Os aconsejamos que en el camino de vuelta a Santiago paréis en Vedra. Tened en cuenta que la rica gastronomía del municipio ha dado lugar a las fiestas de la orella (oreja de cerdo) y de los vinos y aguardientes del Ulla.

Día 3º

Pazos y camelias en O Salnés

Tras desayunar ponemos rumbo a la comarca de O Salnés, en pleno corazón de las Rías Baixas, donde la camelia se siente muy a gusto gracias a su clima suave y húmedo. La simbiosis entre pazos y camelias nos sorprende también aquí con ejemplos de extraordinaria belleza.

En el siglo XIX se plantaron las primeras camelias en el Pazo de Rubiáns

Nuestro primer destino es el Pazo de Rubiáns, en el ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa. La vía principal de comunicación con Santiago es la AP-9. Aquí concurren un pazo de cinco siglos de antigüedad conservado en perfecto estado, un gran jardín, un huerto y un bosque ajardinado, un viñedo de albariño y un monte de alcornoques. El conjunto suma 65 hectáreas.

Más de cien especies de flores adornan el jardín, pero la camelia es su emblema desde que a principios del siglo XIX se plantaron las primeras, regalo del duque de Caminha. Sin duda, otro elemento que os llamará la atención son sus eucaliptos, traídos por el obispo de Tui a esta finca sobre 1820 y que hoy se encuentran entre los más grandes de Europa al superar los catorce metros de perímetro.

Con las semillas de estas camelias se elaboran aceites, con los que las monjas del monasterio de Armenteira fabrican jabones.

Solicitándolo con antelación, el personal del pazo nos servirá de guía. Además de orientarnos por este tesoro natural ideado en 1870 por el paisajista francés Martín Dorgambide, nos explicarán el proceso de elaboración de aceites esenciales de camelia. La Estación Fitopatolóxica do Areeiro lo destila de las semillas cosechadas en esta finca, que luego emplean las monjas del monasterio de Armenteira para fabricar jabones artesanos, que también podemos llevar de aquí como aromático recuerdo.

En Vilagarcía degustamos mejillón, vieira y ostra con vino albariño

Terminada la visita os sugerimos acercaros a la villa de Vilagarcía de Arousa para comer. Su ría es feudo de excelentes mariscos, como el mejillón, la vieira y la ostra, cultivadas en las bateas. Y sus viñedos son el reino del albariño de la Denominación de Origen Rías Baixas.

La finca de A Saleta, en Meis, posee un extenso jardín de tipo inglés

Por la tarde nos aguarda el último vergel de la camelia en la finca de A Saleta, en el municipio de Meis, a donde llegaremos desde la PO-531. El lugar exacto se conoce como San Vicente de Meis. Aquí hallaremos un jardín de cinco hectáreas de tipo inglés, diseñado por la arquitecta paisajista Brenda Colvin y que puede visitarse con cita previa. A la entrada se encuentra una gran casa de labranza; una capilla dedicada a la Virgen de la Saleta, que en su interior conserva un retablo y una bóveda policromada; y un gran hórreo. Más adelante también veremos un palomar de planta octogonal rodeado de un bosque de robles, eucaliptos y alcornoques.

En el jardín hay muchas plantas de origen exótico: rododendros, azaleas, protáceas y mirtáceas australianas y ericáceas sudamericanas. Y numerosas variedades de camelia, de pétalos blancos, rosas, rojos, violáceos, jaspeados y reticulados que tiñen el jardín hasta la entrada de la primavera. Todo lo hallaremos perfectamente identificado y etiquetado, gracias a la ingente labor del matrimonio británico Gimson, reconocida con importantes premios y menciones.

Cambados, un buen lugar para cenar y dormir

Toda la comarca de O Salnés ofrece establecimientos de calidad donde poder dormir, como hoteles, casas y hoteles rurales con encanto. Pero el símbolo es el Parador del Pazo de Bazán, en Cambados. La localidad también goza de una exquisita oferta de restauración para poder cenar. En su aristocrático barrio de Fefiñáns se concentran gran número de restaurantes, cuyo plato estrella es el marisco y el pescado de la ría, acompañados de una copa de vino albariño, de la Denominación de Origen Rías Baixas.

Día 4º

Visita a las bodegas, el viñedo y el bosque del Pazo de Fefiñáns

Tras el desayuno podemos aprovechar la ocasión de hallarnos en la conocida como capital del albariño, “príncipe dorado de los vinos” para Álvaro Cunqueiro, y organizar una visita a las bodegas de Fefiñáns. Éstas se alojan en un impresionante pazo integrado en un conjunto artístico del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultural, del que forman parte la iglesia de San Benito, una atalaya-mirador y un bello arco-puente barroco.

Además de las bodegas, el interior del Pazo de Fefiñáns acoge una hectárea de viñedo con cepas centenarias de albariño y un bosque de especies autóctonas y bojes centenarios, entre los que podremos pasear.

Arriba