El geodestino Costa da Morte abarca los ayuntamientos de Cabana de Bergantiños, Camariñas, Carballo, Carnota, Cee, Coristanco, Corcubión, Dumbría, Fisterra, A Laracha, Laxe, Malpica de Bergantiños, Mazaricos, Muxía, Ponteceso, Vimianzo y Zas.

Aquí estaba el fin del mundo, el "Finis Terrae" de los romanos. Concretamente, en Cabo Fisterra, un lugar fascinante desde la más remota antigüedad, y donde muchos peregrinos dan por finalizado su viaje después de pasar por Santiago de Compostela.

La legendaria Costa da Morte debe su nombre a los numerosos naufragios que aquí han ocurrido. Una agreste franja costera con playas inmensas como Carnota, O Rostro (Fisterra), Baldaio (Carballo) o Traba (Laxe) y también acantilados, fuertes corrientes y repentinos temporales que la hacen tan temida por los navegantes. Aquí manda el mar. Así nos lo recuerda el Cementerio de los Ingleses, cerca de Cabo Vilán, donde fueron enterrados los marinos del Serpent que naufragaron en 1890. Y quizá para pedir clemencia al cielo, esta es también una costa salpicada de santuarios mágicos, como el de la Virxe da Barca o la iglesia de Santa María de Atalaia en Laxe.

Pero a veces, el mar se adentra en la tierra y se convierte en una protectora ría: Corcubión, Lires, Camariñas, Corme e Laxe. Pueblos con auténtico sabor marinero y muchas historias que contar. Como los hórreos gigantes de Carnota y Lira. O la delicadeza de los encajes de Camariñas.

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