Con cerca de 6.000 hectáreas y enclavado en el Macizo Central ourensano, O Invernadeiro se extiende a través de verdes y ondulantes montañas o de abruptos paisajes rocosos.
Estos son los dominios del lobo, del jabalí, del armiño y de la marta. También de ciervos, corzos y cabras bravas. Un paraíso que hay que preservar. Para visitarlo es necesario pedir un permiso. Pero la experiencia es inolvidable.
Hay 6 rutas. De este modo, aunque no seas un experto puedes acechar de cerca a corzos y ciervos... Un momento mágico. Puedes ver acebos, serbales o tejos, los árboles sagrados de los celtas, sobrevolados por águilas y halcones.