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Plantilla: miradoiros

VALLES, RÍOS Y MONTAÑAS

De Montederramo a Manzaneda... a través del Macizo Central ourensano
Cando vamos a Cabeza Grande,
Cabeza de Manzaneda.
Miña Galicia querida.
Ese é o Ceo da terra.
Canción popular

El tránsito por el Macizo Central ourensano supone toda una experiencia para los sentidos. Las impresionantes vistas de las sierras, los colores propios de una sugestiva vegetación y el compás del silencio permiten realizar un relajante recorrido por algunos de los paisajes mejor conservados de Galicia. Pequeñas aldeas salpicadas en un territorio de extraordinarios valores naturales y que cuenta, además, con la única estación de montaña de Galicia: Manzaneda.

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Montederramo
Montederramo

El Macizo Central es una sucesión de sierras que atraviesan la provincia de Ourense. Los valles de la vertiente norte ofrecen admirables recorridos entre prados y sobre un manto de acebos, robles y abedules que ascienden por las laderas hasta las cimas rocosas de las sierras de San Mamede, Burgo, Queixa y Cabeza de Manzaneda. No son las montañas más altas de Galicia, pero su belleza está fuera toda duda.

Montederramo es el inicio ideal para este recorrido. Su acogedora plaza central se articula alrededor del monasterio de Santa María, joya arquitectónica confluencia de diversos estilos. Poco después de la salida se encuentra el desvío hacia "O Bidueiral" de Montederramo, una gran concentración de abedules (Betula alba) a modo de bosque nórdico, pero en el sur de Galicia.

De Montederramo al embalse de Queixa
Queixa

Siguiendo el curso del río Mao, vamos encontrando aldeas perfectamente integradas en los paisajes ganaderos tipo bocage con sus viejos cierres de piedra y muros vegetales. De fondo, la Serra de San Mamede cambiante según la época del año.

Pasando San Fiz, en una vuelta del camino, el amplio valle de Queixa se abre ante el viajero con la sierra del mismo nombre como fondo escénico propio de un decorado. La carretera transcurre a continuación rodeando el embalse de Queixa, superándolo por el muro de la presa.

De Chandrexa de Queixa a Manzaneda

Las tierras de Chandrexa de Queixa nos llevan hacia Manzaneda, única estación de montaña de Galicia en la que practicar actividades vinculadas a la nieve.

Cabeza Grande de Manzaneda (1.781 m) es una de las montañas referenciales de la geografía gallega, siendo la altitud máxima del Macizo Central ourensano y formando parte de un cordal que limita con el valle del río Bibei.

De Cabeza de Manzaneda a la villa de Manzaneda

La bajada hacia el pueblo de Manzaneda permite vistas de una nueva vertiente, especialmente desde el mirador de Chaira das Lamas. En el marco de un paisaje de montaña, destacan los matorrales y los pastos extensivos para el pastoreo, práctica de uso histórico en la zona. El descenso de la cota de altitud permite la presencia de los primeros sotos, con ejemplares míticos como el Castiñeiro de Pumbariños en el Souto de Rozavales.

La localidad se asienta en una llanura y conserva la morfología de la época medieval y parte de la muralla defensiva. A Porta da Vila (siglo XII) es el principal vestigio de este sistema de protección que tuvo en su día más de 400 metros de longitud. Desde aquí, la calle de la Iglesia o calle del Medio articula el casco medieval de estrechos y cuidados callejones, desembocando en la iglesia de San Martiño.

El sistema defensivo se completaba con el castillo, del que hoy quedan restos aprovechados como mirador. La revuelta  Irmandiña supuso el fin de la torre medieval, por lo que el castillo fue reedificado en el siglo XVI bajo el mandato de los Condes de Ribadavia. La nueva construcción incluía un penal conocido como Cárcere dos Sarmiento por el linaje de los condes, convertida hoy en centro cultural.

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El mirador de Queixa

El tránsito pausado por el municipio de Montederramo acerca el recorrido a San Fiz, desde donde ya se intuyen las laderas de la sierra de Queixa. Pero esta pequeña aldea esconde una sorpresa para el viajero cuando, sin previo aviso y tras varias curvas, el valle del río Queixa se abre con la vista imponente de la sierra al fondo, estableciendo un fantástico punto de observación desde el mirador de San Fiz.

El macizo de Manzaneda marca el paisaje de este sector de complejo relieve. La sierra de Queixa se extiende con cumbres por encima de los 1.700 metros (Seixo, Sistil Branco) alineados con Cabeza Grande de Manzaneda y alternando con el valle del río Queixa, depresión fluvial que fue utilizada para establecer un embalse, inaugurado en el 1953.

La sierra de Queixa, con base granítica, presenta desde este punto diversas ondulaciones originadas por la acción fluvial. La fuerte inclinación y las condiciones climáticas fijaron la población en los valles fluviales, como sucede en el entorno del embalse de Queixa, manteniendo en la actualidad una destacable actividad ganadera que se traduce en unos paisajes bien conservados.

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