Las aves acuáticas invernantes también comienzan a asentarse en los humedales interiores
En el intervalo de unos pocos días, en la Lagoa de Cospeito y otros humedales de A Terra Chá, podemos comprobar cómo se incrementan las cifras de patos, en especial de cercetas comunes. Otro buen punto de observación que no debemos despreciar son los embalses de Abegondo-Cecebre, de A Fervenza e Baíñas y Vilagudín y Vilasenín.
El paso de aves marinas en migración frente a los cabos todavía es muy importante
De nuevo Estaca de Bares, la Punta do Roncudo en la Costa da Morte o Cabo Silleiro nos brindan excelentes oportunidades para observar cientos de alcatraces, pardelas capirotadas, págalos grandes, negrones, charranes comunes y árticos, gaviotas tridáctilas, alcas y araos.
También en la costa tendremos la oportunidad de encontrar aves terrestres menos frecuentes recién llegadas a Galicia como el escribano nival y el esmerejón, una diminuta ave rapaz con querencia por los espacios abiertos. Estaremos atentos a dunas, playas y áreas despejadas en el litoral. Hay tramos de la Costa da Morte, como el existente entre Cabo Vilán y la Lagoa de Traba, que nunca decepcionan.
Ciertas especies, aun siendo menos frecuentes, parece que incrementan su presencia en este mes respecto a los últimos años
Un ejemplo es el mosquitero bilistado. Podremos encontrar esta ave en una gran variedad de lugares pero el entorno de la playa de Mar de Fóra, en las proximidades de Fisterra, en plena Costa da Morte, es el mejor.
En el interior, la opción preferente para este mes será acudir a las áreas de campiña en busca de zorzales reales, alirrojos y comunes así como de pinzones reales. En el entorno de los ríos, en los bosques ribereños podremos encontrar también los primeros grupos de lúganos.