Las primeras especies migratorias procedentes de África están llegando ya para criar junto a nosotros. Es el momento de salir al campo y descubrirlas.
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A MIÑA VIAXE
Las primeras especies migratorias procedentes de África están llegando ya para criar junto a nosotros. Es el momento de salir al campo y descubrirlas.
Con los primeros días soleados de marzo la mayor parte de las aves inician sus paradas nupciales, es decir, el cortejo. El canto es la mejor de las armas que los pájaros utilizan para ello. Cantan por doquier. Por eso es el momento ideal para escucharlos, disfrutarlos y aprender pues, como a los árboles autóctonos todavía no les han brotado las hojas, es muy fácil ver y, a un tiempo, escuchar muchas especies en prácticamente cualquier bosque o campiña.
Para ello nada mejor que acudir a los bosques de Ancares y Montes de Cervantes, a los de O Courel o a las Fragas do Eume, por ejemplo. En un espacio reducido y en unos minutos podremos detectar fácilmente diferentes especies como carboneros, herrerillos, mitos, agateadores, petirrojos o pinzones. También es un buen mes para localizar, en las zonas más frescas de bosques y campiñas, el siempre espectacular camachuelo.
En áreas abiertas a la orilla del mar, en dunas, pero también en zonas de montaña podemos escuchar el canto de las alondras que nos sobrevuelan. La Costa da Morte o el Parque Natural de Corrubedo, así como la Serra do Suído, Calvos de Randín y Baltar o la Serra do Candán y Brañas de Xestoso son algunos ejemplos de lugares a los que podemos acudir a presenciar este espectáculo.
Desde finales de febrero pero, sobre todo, en marzo llegan a Galicia las primeras aves migratorias que pasaron el invierno en África. A medida que va avanzando el mes, la golondrina es más y más abundante en las áreas de campiña. En los grandes valles y cañones fluviales como los Canón do Sil o la Ribeira Sacra Norte, así como A Limia o A Terra Chá ya podemos ver milanos negros escrutando el terreno en busca de comida. En los humedales y prados litorales localizaremos con facilidad lavanderas boyeras. Y, ya en el último tramo del mes, los primeros aguiluchos cenizos volverán a dejarse ver en nuestros campos y áreas de matorral. A Limia, Calvos de Randín y Baltar, Terra das Frieiras o A Terra Chá son lugares aconsejables a los que acudir para verlos. También cantan los primeros cucos en las áreas de campiña.
Y no podían faltar las aves migratorias que, aunque sólo sea por unos días, pasan por nuestra comunidad. Un ejemplo es la collalba gris, a la que podremos ver tanto en zonas de montaña como en áreas costeras.
También este mes y el siguiente, con un poco de suerte, podremos observar en humedales interiores como los de A Terra Chá o el embalse de Abegondo-Cecebre la cerceta carretona, una anátida. En cualquier punto del litoral o incluso en el interior podremos observar grandes grupos de gaviota sombría dirigiéndose al norte. En los grandes humedales litorales -y dependiendo del viento, más favorable si sopla del norte o noroeste- se pueden reunir por unas horas grandes concentraciones de limícolas en viaje al lejano norte. A Guarda, O Grove, la Lagoa de Valdoviño en Ferrolterra o la Ría de Ortigueira son algunos de los mejores sitios para verlos.
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