En Baiona rememoraremos el Descubrimiento de América. En el Talaso de Oia le sacaremos todo el provecho al Atlántico. Y a bordo de un velero surcaremos las aguas de la Ría de Vigo para conocer el archipiélago de San Simón, con una historia cargada de episodios gloriosos y también oscuros.

Podemos aprovecharnos de los beneficios de sus aguas aplicadas a la talasoterapia. Y dejarnos atrapar por el espectacular paisaje, fauna y flora de la bahía de Vigo y la ensenada de San Simón, Zona de Especial Protección de los Valores Naturales y Lugar de Importancia Comunitaria en la Red Natura 2000

El municipio de Oia nos muestra la cara más relajante y emocionante del Atlántico. Podemos aprovecharnos de los beneficios de sus aguas aplicadas a la talasoterapia. Y dejarnos atrapar por el espectacular paisaje, fauna y flora de la bahía de Vigo y la ensenada de San Simón, Zona de Especial Protección de los Valores Naturales y Lugar de Importancia Comunitaria en la Red Natura 2000. Mientras, nos sumergimos en apasionantes historias de corsarios, batallas navales y tesoros hundidos en su mar.

Más información...
- Talaso Atlántico. www.talasoatlantico.com
- Fundación Illa de San Simón. www.fundacionilladesansimon.org
- Monasterio de Santa María de Oia. www.monasteriodeoia.com

Día 1º

Historia en Baiona y agua marina en Oia

La propuesta que os hacemos para disfrutar de los beneficios de la talasoterapia nos conducirá a las instalaciones del balneario marino del Talaso Atlántico, situado en As Mariñas, en el ayuntamiento de Oia.

Rememoramos el Descubrimiento de América
Os sugerimos llegar a primera hora de la tarde a la zona, separada de la localidad de Baiona por apenas un cuarto de hora en coche por la PO-552. Por eso os aconsejamos parar previamente en esta villa llena de atractivos.

Lo que primero salta a la vista es el Paseo Marítimo, muy cuidado y de seis kilómetros de extensión. Podéis comenzar la caminata desde A Ramallosa, frente a la playa Ladeira, y continuar hacia el puerto pesquero y el deportivo.

Si pensáis en algo más relajado conducid hacia el centro y comenzad desde el propio puerto deportivo, ya en la avenida Monterreal. Disfrutaréis de las vistas sobre su animada bahía, llena de barcas pesqueras y modernas embarcaciones deportivas. Al final podréis observar la fortaleza, hoy Parador de Turismo, coronando la península de Monterreal.

De entre los barcos, amarrada al final de un largo espigón, os llamará la atención una embarcación más antigua que os recordará a las carabelas que acompañaron a Colón en el Descubrimiento de América. Se trata de una reproducción exacta de la carabela La Pinta, muy vinculada a la historia de Baiona. A este puerto llegó en 1493 la original con la primera noticia de la existencia del Nuevo Mundo.

En 1493 la carabela “La Pinta
llegó al puerto de Baiona
con la primera noticia de
la existencia de América

Y, en conmemoración de este hito histórico, Baiona celebra todos los años, el primer fin de semana de marzo, la Festa da Arribada, declarada de Interés Turístico.
Es posible visitar el interior de la carabela, una forma entretenida de revivir la gesta del Descubrimiento. Dentro alberga un pequeño museo colombino con figuras que representan a la tripulación y a los indígenas americanos. Posee reproducciones de metales, plantas, alimentos y animales exóticos que, en el primer viaje de regreso, trajeron del Nuevo Mundo a Europa.

Un paseo por el casco histórico de Baiona
Tras la visita tendréis la sensación de seguir viajando atrás en el tiempo si os adentráis en las calles angostas, con soportales y empedradas del casco histórico, al que podéis acceder desde el puerto marítimo. Seguro que disfrutaréis de un pequeño recorrido, pues a cada paso se encuentra un templo, una fuente o una casa nobiliaria. En Baiona, como en cualquiera de las villas y ciudades gallegas, hay mucho ambiente de tapeo, por si os apetece disfrutar de esta costumbre.

Tratamientos con productos marinos en el talaso de Oia
Después de las tapas habrá llegado la hora de dirigirse al municipio de Oia para disfrutar de los beneficios del agua y otros elementos marinos. En la zona encontraréis una amplia variedad de alojamientos, donde también se incluye el hotel de cuatro estrellas que alberga las instalaciones del talaso.

Acomodado el equipaje en el establecimiento escogido, es momento de probar un recorrido marino en la piscina de agua de mar calentada a temperatura corporal o alguno de los tratamientos a base de algas, limos, fangos o sales, con propiedades remineralizantes y rehidratantes.

Percebes, erizos de mar, bígaros o chorizo para la cena
Tras el tratamiento conviene reposar un poco antes de la hora de la cena. Para ese momento existen muchas alternativas. A uno y otro lado de la carretera costera y en las poblaciones que atraviesa se apostan restaurantes, bares y marisquerías. Debemos tener en cuenta que el percebe, el erizo de mar, el caramuxo (bígaro) o los chorizos tienen fiesta gastronómica propia en este ayuntamiento.

Día 2º

La historia gloriosa y oscura del archipiélago de San Simón

Durante el segundo día de estancia os proponemos aprovechar la cercanía con la ría de Vigo para descubrir su paisaje, valor ambiental, historia y leyendas, tanto las que atesora en los fondos marinos como las que afloran a la superficie, como en el pequeño archipiélago de San Simón.

La tripulación nos dejará manejar el timón y las velas
Las distintas empresas de chárter náutico de la zona ofrecen recorridos a bordo de embarcaciones. Esto puede ayudarnos a añadir aún más emoción a la experiencia, por ejemplo surcando las aguas en un velero. El punto de embarque será en los muelles de Bouzas, en Vigo, a donde podemos dirigirnos tras el desayuno. Acordaos de coger una prenda de abrigo, la crema solar y evitar el calzado con suela negra.

Antes de zarpar, la tripulación nos da todas las indicaciones y el material de seguridad necesario. Además, si es nuestro primer bautizo de mar, nos dejará ensayar las maniobras de manejo de las velas y el timón. Éste será el instante de recordar lo que el capitán Nemo dijo al profesor Aronnax: “en estos momentos estamos en la bahía de Vigo y sólo depende de usted penetrar en los misterios encerrados en ella”. Porque también en esta ría Julio Verne halló inspiración para sus 20.000 leguas de viaje submarino.

Julio Verne se inspiró en
la ría de Vigo para escribir
20.000 leguas de viaje submarino

Nos detenemos ante una batea de ostra o de mejillón
Ya a bordo ponemos rumbo a la ensenada de San Simón, que constituye el punto final en el interior de la ría de Vigo. Los polígonos de bateas para el cultivo de bivalvos como la ostra y el mejillón flanquean ambos extremos de la ría haciéndonos como un corrillo. Un poco más adelante la ruta contempla la parada en una de ellas para conocer de cerca el proceso de cría en estas plataformas flotantes.

Los fondos de
la ensenada de San Simón
podrían albergar los tesoros que
los galeones españoles trajeron de América

Continúa la travesía y vemos cómo los márgenes de la ría se estrechan hasta unirse por el atirantado puente de Rande, el de mayor longitud del mundo de este tipo en el momento de su inauguración. Tras él entramos en la ensenada de San Simón. Dicen que en sus fondos se encuentran los tesoros que trajeron de América los galeones españoles atracados aquí y que la escuadra franco-española mandó hundir cuando se vieron derrotados por la coalición anglo-holandesa en la memorable batalla de Rande, librada el 23 de octubre de 1702.

Colonias de patos, garzas, gaviotas y cormoranes
El aspecto de la ensenada nos recordará una gran laguna. Aquí confluyen las corrientes de las aguas saladas del Atlántico y las dulces de los ríos Verdugo y Maceira. De este fenómeno surge un ecosistema único, reconocido como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales y Lugar de Importancia Comunitaria en la Red Natura 2000. Ante nuestros ojos se extiende un paisaje de estuario y de marisma. Si sois aficionados a la ornitología, las colonias de patos y aves limícolas (garzas reales, gaviotas y cormoranes) os ofrecerán un magnífico espectáculo.

En San Simón nos recibe una escultura del capitán Nemo
Al ir aproximándonos a las islas de San Simón y San Antón, unidas por un bonito puente de tres arcos, vemos en mitad del agua la escultura del capitán Nemo, señor del submarino Nautilus. Cuando baja la marea aparecen dos buzos a sus pies que las aguas vuelven a engullir en pleamar.
Entraremos en San Simón tras haber atracado en el muelle del Capitán. A partir de este momento nos sumergiremos en la historia del archipiélago, que revivió tras años de abandono. Se ha convertido en un think tank, un laboratorio de ideas que sirve de plataforma de expresión y libre circulación de pensamiento para distintos colectivos. Un proyecto de recuperación del entorno incluyó la rehabilitación de sus antiguos edificios. Con esta iniciativa se homenajea el pasado glorioso y también oscuro de la historia de las islas.

El archipiélago de San Simón fue
hospital de leprosos,
campo de concentración y
prisión franquista

Estaba yo en la ermita de San Simón y me cercaron las olas, que grandes son; ¡esperando yo a mi amigo,esperando yo a mi amigo!”.
Mendinho, trovador gallego-portugués

A lo largo de diez siglos fueron asentamiento de monjes templarios, lugar de inspiración en la lírica galaico-portuguesa medieval, objeto de saqueos vikingos y piratas y testigos de batallas navales. Y, más tarde, lazareto, campo de concentración y prisión franquista, orfanato y residencia vacacional de la guardia de Franco. Los detalles de esta historia los podemos descubrir en el Centro de Interpretación y Documentación, que ocupa el edificio conocido como “hospitalillo” en la isla de San Antón.

Comemos y paseamos por la isla de San Simón
Tras la visita podemos cruzar el puente hacia la otra isla de San Simón para comer en el edificio destinado a cafetería y restaurante y después dar un paseo. La belleza de su paisaje no deja indiferentes a los visitantes. Su vegetación exuberante cuenta con muchas especies foráneas, incluso exóticas. Destaca el Paseo dos Buxos, una bóveda de bojes que va camino de la segunda centuria. Aunque la pequeña extensión del archipiélago permite recorrerlo en media hora, os recomendamos una caminata pausada e ir descubriendo la multitud de detalles naturales y artísticos, que unas veces saltan a la vista y otras están más escondidos.

A media tarde, una vez que atraquemos en Vigo, puede ser muy apetecible regresar al talaso y disfrutar del circuito termal antes de la cena.

Día 3º

Del mar a la montaña

Tras el desayuno aún queda tiempo para un chapuzón en la piscina de agua marina del talaso. También podemos darnos un masaje o un último tratamiento relajante, estético o de salud.

Entre caballos en libertad
Al terminar podéis dirigiros hacia el sur del municipio de Oia, siguiendo la carretera costera para, tras un fin de semana muy marino, explorar también la montaña. En este trayecto os animamos a tomar alguna de las carreteras que desde Viladesuso o Mougás ascienden hacia la Serra da Groba. Sus pistas forestales se prestan a descubrir el mundo de las brañas y los caballos en estado de libertad.

Estamos en la tierra de los curros más tradicionales de Galicia, uno de los espectáculos más populares y concurridos en la zona que consiste en el acorralamiento de los caballos de estas montañas y su posterior rapado y marcado. Su celebración transcurre entre los meses de mayo y junio.

Aquí se celebran los curros
más tradicionales de Galicia,
una lucha entre el hombre y el caballo
cuyo fin es rapar y marcar a los animales

Un monasterio frente al mar
También os recomendamos que continuéis algo más al sur hasta la localidad de Oia, donde se halla el monasterio de Santa María la Real de Oia. Además de la magnífica construcción de este austero cenobio cisterciense, fundado en el siglo XII con la ayuda del rey Alfonso VII, os sorprenderá su ubicación, frente al mar.

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