El nombre de talasoterapia proviene del griego thálassa, que significa mar, y therapeia, curación. A diferencia de los balnearios, que utilizan aguas mineromedicinales, los centros de talasoterapia se sirven con fines preventivos o terapéuticos del agua marina y otros elementos de su entorno como algas, limos, lodos e incluso el aire marino, motivo por el que han de estar inevitablemente cerca de la costa.