En el interior, los humedales como los de A A Terra Chá, el embalse de Abegondo-Cecebre o el de Vilagudín y Vilasenín continúan siendo un buen sitio donde observar aves acuáticas como anátidas, garzas reales o somormujos lavancos.
Ahora bien, pequeños y sutiles cambios están en marcha. Si nos acercamos al litoral, particularmente a las Cíes y la isla de Ons en el Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia podremos ver con un poco de habilidad y suerte a los primeros cormoranes moñudos iniciando la nidificación en abruptos acantilados y cuevas litorales. La Costa da Morte, o la Costa de Dexo también son buenas localizaciones para ver estas especies.
A partir de mediados de mes, las aves acuáticas invernantes comienzan a regresar a sus áreas de nidificación en el norte de Europa y su número se reducirá drásticamente. A cambio, en el litoral comienzan a compensarse las cifras con especies migratorias en paso hacia el norte. Cabos, playas y humedales costeros comenzarán a acoger gaviotas sombrías, que recalan brevemente para dormir o alimentarse en las playas, o alcatraces atlántios.
Otro cambio es que muy tímidamente comienzan a llegar las primeras aves migratorias que regresan a nidificar a Galicia. Una, muy madrugadora, es la golondrina común, visible en pequeños números a final de mes en áreas del interior.