Febrero es un mes ideal para observar, a través de las aves, la transformación de la naturaleza: aunque seguimos en invierno, muchas especies ya no lo perciben así y abandonan los refugios donde se recluyeron para dejar pasar el crudo invierno y salen a la luz.

Los primeros días de febrero podemos aprovecharlos para ver aves acuáticas invernantes

Los primeros días de febrero podemos aprovecharlos para ver aves acuáticas invernantes, todavía están presentes en Galicia. Las encontraremos reunidas en los principales humedales litorales como A Guarda, O Grove, la Costa da Morte, la Ría de Ortigueira y las de Ribadeo e Foz. Al igual que en enero, las grandes playas y las zonas de aguas abiertas y tranquilas nos depararán buenas experiencias de observación con multitud de aves marinas. Los grupos de gaviotas aún pueden albergar especies poco comunes como la gaviota hiperbórea o la groenladesa.

Vuelvepiedras común (Arenaria interpres)
Barnacla carinegra (Branta bernicla)
Correlimos oscuro (Calidris maritima)

En el interior, los humedales como los de A A Terra Chá, el embalse de Abegondo-Cecebre o el de Vilagudín y Vilasenín continúan siendo un buen sitio donde observar aves acuáticas como anátidas, garzas reales o somormujos lavancos.

Ahora bien, pequeños y sutiles cambios están en marcha. Si nos acercamos al litoral, particularmente a las Cíes y la isla de Ons en el Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia podremos ver con un poco de habilidad y suerte a los primeros cormoranes moñudos iniciando la nidificación en abruptos acantilados y cuevas litorales. La Costa da Morte, o la Costa de Dexo también son buenas localizaciones para ver estas especies.

A partir de mediados de mes, las aves acuáticas invernantes comienzan a regresar a sus áreas de nidificación en el norte de Europa y su número se reducirá drásticamente. A cambio, en el litoral comienzan a compensarse las cifras con especies migratorias en paso hacia el norte. Cabos, playas y humedales costeros comenzarán a acoger gaviotas sombrías, que recalan brevemente para dormir o alimentarse en las playas, o alcatraces atlántios.

Otro cambio es que muy tímidamente comienzan a llegar las primeras aves migratorias que regresan a nidificar a Galicia. Una, muy madrugadora, es la golondrina común, visible en pequeños números a final de mes en áreas del interior.

No te puedes perder

Feb
  • Si el tiempo acompaña, los humedales interiores, donde aún podemos observar buen número de aves acuáticas invernantes, acompañadas de las primeras migrantes estivales.
  • Los humedales costeros, que deben ser visitados sobre todo al inicio de mes: playas y áreas abrigadas acogen gaviotas sombrías. En los cabos podemos disfrutar de los alcatraces atlánticos enfilando en dirección norte.
  • El inicio de la nidificación del cormorán moñudo, una de las joyas ornitológicas de Galicia. Febrero es el momento y uno de los mejores lugares para verlo es el Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia.
     

 

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